Dicen
que los mejores abrazos son los que duran más de seis segundos. Por
esa regla el nuestro debió ser el mejor abrazo del mundo. Estuvimos
abrazados casi un minuto.
-Si
has leído mi nota no entiendo que haces aquí.
-No
me cabe en la cabeza. ¿Tan peligroso es que no puedo pasar algo más
de tiempo contigo? - Murmuré.
-Creéme,
te irá mejor si te mantienes al margen.
-No
quiero mantenerme al margen. Si me alejas porque es peligroso para
mi, también lo es para ti. No voy a dejar que vayas solo a ninguna
parte.
-Mira,
Evangeline, eres un cielo, pero no. Tú no vienes a ninguna parte. Es
mejor que olvidemos esto y hagamos como que nada ha ocurrido. - Dijo,
con un tono de tristeza en su voz.
-
No puedes pedirme eso. No voy a poder hacerlo. Quizá no te guste
oírlo, pero conocerte es lo mejor que me ha pasado nunca. - Farfullé
con lágrimas en los ojos.
-
Anda no llores y vete a casa. Tu familia se preguntará dónde te
metes.
Ahí
sí que no pude hacer nada para evitarlo. Me eché a llorar. Se me
había pasado comentarle que nadie se preocupa por mi, vivo en un
orfanato.
Me
caían un montón de lágrimas por las mejillas, eran muy abundantes.
Intentaba ocultarlas, no me gusta llorar. Pero fue en vano.
-
¿Porqué lloras? - Preguntó él. - ¿Es por que no quiero que
vengas conmigo?
Al
ver que no contestaba, siguió intentándolo.
-Si
no es eso, es por algo que he dicho, seguro. Escúchame, si confías
en mi tanto como yo en ti, puedes contármelo. No te preocupes.
Cuando
me sequé las lágrimas, tragué saliva con calma y me dispuse a
contarle todo.
-
Que yo llore no es culpa tuya, es sólo que... Yo... A nadie le
importa si vuelvo o no. Quiero decir, nadie me espera. No, no... No
tengo quien me eche la bronca si llego tarde, ¿entiendes?
Él
abrió la boca lentamente y parecía que iba a decir algo. Esperaba
oír un <Ahm, vaya. Lo siento.> Típico de la gente. Pero él
supo responder mucho mejor. Me abrazó. Pero no fue un abrazo normal.
Fue el abrazo que mejor me había echo sentir en toda mi vida. Fue un
abrazo de los que te gustaría que durasen para siempre.
-Es
increíble. - Pensé - ¿Cómo puedo sentir tanto por una persona a
quien no conozco? ¿Cómo puede esa persona hacerme sentir tan
segura? ¿Qué es lo que me ocurre? ¿Por qué no quiero soltarle? ¿A
dónde me lleva esto? ¡Él es Rupert Grint! Podría estar abrazando
a todas la chicas que él quisiera. Pero me ha elegido a mi. ¿Por
qué?
Nos
soltamos. Entonces el me levantó la barbilla, para mirarme a los
ojos. Yo miré los suyos. Vi como me miraba fijamente, y como poco a
poco se le dibujaba una sonrisa en la cara.
Desde
ese momento supe, que cada vez que le mirase sonreiría.
Cuidadito con las faltas de ortografía, que te bajarán puntos. Ya he visto un pronombre "él" sin tilde y un hecho sin h.
ResponderEliminarEstá poniéndose demasiado romanticona la historia, necesito algo más para que me enganche definitivamente esta mininovela.
Tendré más cuidado con las faltas de ortografía, pero tienes que entender, que cuanto más larga es la entrada, más posibilidad de error hay. Pero aun así intentaré no cometer más faltas.
ResponderEliminarRespecto a la historia. La empecé a escribir hará un mes. Y la historia es romántica, porque en ese momento es lo que me hacía falta, evadirme de la realidad con una historia empalagosa. Pero a medida que los capítulos van avanzando se va poniendo más peligrosa e interesante.