3 de enero de 2012

Capítulo 7 "Él, yo, nosotros y los demás"


Nos dimos la mano y nos dirigimos hacia la casa. Cuando ni dimos cuenta, Tom estaba apoyado en el marco de la puerta. ¡Nos había estado mirando! Miró a Rupert y ambos rieron.

- Os conocéis desde hace dos días.

- Lo sabemos. - Contestamos al unísono Rupert y yo.

Él y yo nos miramos y sonreímos, mientras que Tom nos miraba y hacía gestos de negación con la cabeza.

Entramos a la casa y nos sentamos en el sofá, juntos.
Entonces un hombre joven, entró y se acercó a susurrarle algo a Tom.

- Os han seguido. - Aseguró Tom. - Están cerca y van a entrar.

Tom miró a Rupert y le señaló una puerta.
Entonces me cogió la mano y me llevó hacia aquella puerta. Entramos, y bajamos unas escaleras muy estrechas. Estaba muy oscuro y los escalones eran muy pequeños, resbalé.
Rupert iba delante y caí sobre él, otra vez. Me levantó y me preguntó si me había echo daño. Al ver que yo sonreía, él sonrió y seguimos nuestro camino.

Llegamos a otra puerta, la cual abrimos y accedimos a un pequeño cuarto de aproximadamente unos tres o cuatro metros cuadrados. Rupert atrancó la puerta con una barra de hierro, sacó la pistola y se puso a apuntar a la puerta.

De repente oímos un ruido. Y nos dimos cuenta de que estaban dentro de la casa. Tras un momento de silencio, pudimos oír un disparo.
 Rupert bajó despacio la pistola y se giró hacia mi. Me miró seriamente. Sus ojos se llenaron de lágrimas y me dijo:

- Tom no lleva pistola.

Entonces se me vino a la cabeza lo peor, y me llevé las manos a la cara.
¿Estaba Rupert intentando decirme que habían disparado a Tom? No me lo podía creer.
Me moví hacia la puerta, dispuesta a abrirla, pero Rupert me apartó fuertemente.

- ¿Que se supone que haces?

- Yo... Yo sólo... Pero, ¿Y Tom?

- Si sales ahora solo conseguirás que te maten. Esperaremos aquí.

Un momento... ¿Rupert estaba a punto de echarse a llorar? Soltó la pistola. Y se puso cara a la pared, le dio un puñetazo y su mano comenzó a sangrar. Estaba muy preocupado. Yo no sabía que hacer. Estuvimos callados unos minutos y oímos como se marchaban.

Entonces Rupert me dijo que esperase allí. No. Yo voy contigo, le dije.

Subimos todo lo rápido que pudimos. En el salón no había nadie, pero había sangre en el suelo. No dirigimos a la cocina. Por nada del mundo soltaría la mano de Rupert.

En la cocina había un cuerpo tendido en el suelo, y alguien estaba de pie, al lado. Aún no pudimos distinguir quien era, solo se le veía la silueta. Rupert se acercó con sigilo, mientras yo le esperaba, nerviosa, al otro lado de la puerta.

A los pocos segundos, Rupert me abrió la puerta. <No hay peligro> dijo. Pasamos a la cocina, y al lado del cuerpo vimos a Tom.
Tenía una mano puesta en su tripa, estaba herido. En la otra tenía una pistola.

Rupert se acercó rápidamente a Tom y lo abrazó. Tenemos que mirarte eso, le dijo mientras miraba a su estómago y señalaba la herida que tenía sobre el ombligo.

- Esta muerto, ¿verdad? - Pregunté señalando al hombre tendido en el suelo.

Ambos asintieron.

Tom se tambaleó, casi no se tenía en pie. Cuánto más se movía, más sangre brotaba de su herida. Tenía la camiseta encharcada de sangre y esta iba resbalando por su mano y caía despacio al suelo.



2 comentarios:

  1. Jo, me he dado cuenta de que hacía mucho que no te comentaba, lo siento...Bueno, pues el blog sigue muy bien, así que sigue por ese camino. Ah, y no te preocupes por tus entradas-ralladas, me encanta que te sirva como desahogo, porque seguro que al escribirlo te sientes mucho mejor. Que pases una buena última semana de vacaciones. ¡Y feliz año nuevo!

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  2. No te preocupes por no comentar muy a menudo que tienes un montón de blogs para corregir. Gracias, y la verdad es que si que me sienta bastante bien escribir. ¡Feliz año nuevo a ti también, Juanan! Ya nos vemos pronto.

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